Canarias S. XXI: Neocolonización Europea, Ocupación y Destrucción Territorial y Social

Manuel.Valeron Glez./Canarias Decolonial



1. Introducción: El Archipiélago Bajo Asedio

Canarias atraviesa el periodo más crítico de su historia reciente. Mientras los discursos oficiales celebran cifras turísticas récord, inversiones extranjeras y crecimiento económico, el pueblo canario enfrenta un proceso profundo y violento de neocolonización, que avanza rápidamente sobre el territorio, la población y la soberanía. Esta colonización no tiene bandera ni uniforme, pero sí rostro: se manifiesta en la ocupación del suelo, el encarecimiento de la vivienda, el aumento de la desigualdad, la especulación financiera, la pérdida de identidad y la imposibilidad de que las nuevas generaciones vivan con dignidad en su propia tierra.

Este fenómeno se ha intensificado de forma brutal en los últimos 25 años. La población del archipiélago ha pasado de 1.600.000 personas a más de 2.200.000, un aumento de 600.000 habitantes. Este crecimiento, no planificado ni controlado democráticamente, ha saturado las infraestructuras, disparado el precio de la vivienda, reducido el acceso a servicios públicos y generado una presión insostenible sobre los ecosistemas insulares.

Estamos, sin duda, ante la mayor neocolonización de la historia de Canarias. Y aunque se disfraza de modernidad y progreso, sus consecuencias reales son de expulsión, empobrecimiento y pérdida de soberanía. Es urgente entender este proceso, visibilizar sus causas y, sobre todo, articular una respuesta colectiva, política e institucional a la altura del desafío.


2. Factores estructurales de la neocolonización

a) Pobreza y riqueza: polos que se atraen

Canarias funciona como un imán de dos realidades opuestas: riqueza que llega desde fuera (inversionistas, rentistas, fondos especulativos) y pobreza estructural interna. Este binomio genera una lógica de desplazamiento: el capital extranjero acumula beneficios mientras la población local pierde acceso al suelo, la vivienda y los recursos básicos.

b) Expulsión de la población local

El modelo económico impuesto ha tenido como consecuencia directa la expulsión progresiva de los canarios de sus barrios, pueblos y zonas costeras. El acceso a la vivienda se ha vuelto imposible, especialmente para jóvenes y familias trabajadoras. La conversión masiva de residencias en viviendas vacacionales ha vaciado de habitantes muchas zonas históricas.

c) Ocupación del territorio y destrucción ambiental

El crecimiento turístico y urbanístico ha ido acompañado de una devastación territorial sin precedentes. Áreas rurales, espacios naturales protegidos y suelos agrícolas están siendo arrasados para construir hoteles, resorts, apartamentos y proyectos especulativos sin planificación sostenible ni consenso ciudadano.

d) Efecto llamada institucional

Las campañas institucionales que promocionan Canarias como paraíso fiscal, destino para jubilados ricos, nómadas digitales o refugio de inversiones extranjeras sin control han creado un efecto llamada permanente que ignora el límite físico y ecológico del territorio.

e) Corrupción política, judicial y policial

El desarrollo de este modelo ha sido posible gracias a la complicidad (por acción u omisión) de sectores del poder político, judicial y policial. Los casos de corrupción urbanística, la permisividad ante construcciones ilegales y el silencio ante delitos financieros muestran una estructura institucional capturada por intereses privados.

f) Subordinación a la normativa europea

Como Región Ultraperiférica (RUP), Canarias está totalmente sometida al marco normativo de la Unión Europea, incluyendo la libre circulación de capitales y personas. Esta integración ha impedido a Canarias regular su modelo económico, su mercado inmobiliario o proteger el suelo frente a la especulación.

g) Ausencia de voluntad política real

Las instituciones canarias han demostrado falta de voluntad, capacidad o interés para frenar este modelo destructivo. Muchas han sido colaboradoras necesarias, otras se han mostrado ineficaces frente a los grandes lobbies turísticos, inmobiliarios y financieros.

h) Invasión del capital foráneo y fondos buitre

Canarias es hoy objetivo prioritario de fondos buitre, banca internacional y capitales opacos que compran tierra, hoteles, viviendas y hasta suelo público. Estos actores no invierten para generar bienestar, sino para especular y extraer beneficios rápidos.

i) Implantación de mafias europeas

Diversos informes alertan de la presencia de mafias del Este de Europa e italianas implicadas en lavado de dinero, compraventa de propiedades y control de negocios turísticos. La falta de supervisión efectiva ha convertido al archipiélago en un terreno fértil para la criminalidad organizada.


3. Impacto del crecimiento demográfico

El salto poblacional de 600.000 personas en 25 años ha desbordado todas las capacidades del territorio:

  • Sistema sanitario y educativo saturado.
  • Tráfico y movilidad colapsados.
  • Aumento de la pobreza y el sinhogarismo.
  • Imposibilidad de acceder a la vivienda para gran parte de la población local.
  • Crisis ecológica acelerada por el consumo y urbanización.
  • Pérdida de cohesión social e identidad cultural.

Este crecimiento no responde a necesidades del pueblo canario, sino a un modelo impuesto que alimenta al turismo masivo, a la inversión especulativa y a la economía de servicios precarios.


4. Propuestas urgentes: corto y medio plazo

A corto plazo (coyunturales):

  1. Moratoria inmediata a nuevas licencias turísticas e inmobiliarias.
  2. Suspensión temporal de compraventa de vivienda a no residentes fiscales.
  3. Limitación legal estricta del alquiler vacacional.
  4. Control de precios del alquiler e impuesto a viviendas vacías.
  5. Plan urgente de vivienda pública para población residente.
  6. Auditoría ciudadana de todas las inversiones extranjeras.
  7. Protección legal de suelo agrícola, natural y comunal.

A medio plazo (estructurales):

  1. Diversificación del modelo económico con apuesta por sectores como agroecología, industria local, cultura, ciencia y soberanía energética.
  2. Reforma educativa con enfoque en historia, ecología, identidad y autonomía.
  3. Banca pública canaria y fondo soberano para reinversión social.
  4. Reforma fiscal progresiva que penalice la especulación.
  5. Normativas que prioricen a residentes canarios en el acceso a tierra, vivienda y empleo.
  6. Empoderamiento real de los municipios y comarcas con autogestión territorial.

5. Reformas normativas y relación con Europa

El marco jurídico actual impide aplicar muchas de estas medidas por estar integrados como RUP dentro de la UE. Por ello, se exige una transformación profunda de esta relación:

Cambios normativos inmediatos:

  • Excepción al principio de libre circulación de capitales en territorios frágiles.
  • Control del mercado inmobiliario frente a la compra masiva por parte de no residentes.
  • Marco legal específico para proteger ecosistemas y patrimonio cultural insular.
  • Legislación de emergencia ante riesgo de colapso demográfico y ecológico.

De RUP a PTU: hacia una nueva relación con Europa

Se propone la transición del estatus de Canarias de Región Ultraperiférica (RUP) a País o Territorio de Ultramar (PTU), como ya tienen Groenlandia, Polinesia Francesa o Nueva Caledonia. Este cambio permitiría:

  • Autonomía legislativa en políticas económicas, fiscales y migratorias.
  • Control soberano sobre la tierra, la vivienda y el desarrollo.
  • Mantenimiento de relaciones comerciales con Europa sin sometimiento legal absoluto.
  • Posibilidad de establecer tratados bilaterales adaptados a la realidad insular.

Esta transición no implica salir de Europa, sino redefinir el vínculo en términos de respeto, justicia y sostenibilidad.


6. Soberanía política real: única garantía de futuro

La neocolonización avanza porque Canarias carece de soberanía real. No puede decidir sobre su suelo, su economía, su mercado inmobiliario ni su modelo de desarrollo. Sin soberanía, todo lo demás es administración colonial.

Recuperar soberanía no es solo una aspiración ideológica, es una necesidad vital. El pueblo canario debe poder decidir:

  • Quién puede vivir en su tierra y en qué condiciones.
  • Qué modelo económico aplicar.
  • Qué territorio conservar.
  • Qué patrimonio cultural defender.
  • Qué relaciones exteriores establecer.

Sin soberanía, no hay defensa posible ante la destrucción programada.


7. Conclusión: Un punto de no retorno

Canarias está siendo vendida, ocupada, explotada y desplazada. Si no se actúa con urgencia, podemos llegar a un punto de no retorno. El territorio es limitado. La cultura, frágil. La juventud, empujada a la emigración. La dignidad, cercada por la especulación.

Pero aún hay tiempo. Tiempo para decir basta. Para organizarse. Para exigir. Para proponer un nuevo modelo basado en el bienestar, la justicia social y el arraigo. Y ese tiempo empieza ahora.

Porque Canarias no es una marca turística, ni una plataforma logística, ni un paraíso fiscal. Es un pueblo con historia, cultura, derechos y dignidad. Y su futuro no puede seguir decidiéndose desde despachos alejados sin que el pueblo se rebele de nuevo.


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