Agenda Exterior: Vacunación en la UE

Debido a un exceso de confianza– en la negociación de la Comisión con las empresas farmacéuticas al no introducir ciertas cláusulas que pudieran evitar el desvío de dosis prometidas a la UE a terceros países, Europa esta de rodillas ante las multinacionales farmacéuticas
Agenda Exterior: Vacunación en la UE
POLÍTICA EXTERIOR | 25 de marzo de 2021.
La guerra entre países UE (ricos vs pobres, grandes vs pequeños) por las vacunas era el gran riesgo al que nos enfrentábamos a finales de 2020 (recordemos al inicio de la pandemia cómo Francia y Alemania prohibieron exportar ventiladores y mascarillas a Italia). La inversión temprana en investigación, junto con la negociación y compra conjunta de las vacunas por parte de la Comisión Europea para asegurar que los veintisiete tuvieran un acceso igualitario, no solo era una decisión correcta sino necesaria si creemos en el proyecto de avanzar en la Unión Sanitaria. Ahora bien, es más que evidente que se han cometido ciertos errores –seguramente debidos a un exceso de confianza– en la negociación de la Comisión con las empresas farmacéuticas al no introducir ciertas cláusulas que pudieran evitar el desvío de dosis prometidas a la UE a terceros países.
Estados Unidos aseguró por vía legislativa y Reino Unido por vía contractual el suministro de vacunas. En todo caso, tanto si la UE ha pecado de torpeza como de ingenuidad, la realidad es que la imagen de “una Europa que protege” ha salido dañada.
El aprovisionamiento conjunto de vacunas dpor la Comisión Europea era una buena idea, porque cualquier solución no cooperativa habría generado graves tensiones entre Estados miembros y escasez de dosis en muchos de ellos. Lo malo es que se no se ha gestionado bien y la UE ha perdido una oportunidad única de dar una imagen de eficiencia y capacidad de previsión.
El mayor error estratégico en la negociación de vacunas no parece haber estado tan relacionado con el precio pagado como con la ausencia de garantía de suministro preferente en vacunas localmente manufacturadas, algo que Estados Unidos aseguró por vía legislativa y Reino Unido por vía contractual. En todo caso, tanto si la UE ha pecado de torpeza como de ingenuidad, la realidad es que la imagen de “una Europa que protege” ha salido dañada.
La estrategia de compra conjunta para asegurar el acceso equitativo a las vacunas entre los diferentes países de la UE ha sido acertada. Además, vino acompañada de un esfuerzo público histórico en inversiones para la I+D de vacunas. A pesar de ello, hay un enorme cuello de botella en la producción que ha generado recortes en el suministro y le ha llevado a introducir controles de exportación.